domingo

QUE HABLE EL AMOR



Miraban tus ojos, dos gotas de lluvia,
de lluvia de Mayo, mis ojos de Otoño,
y se derramaba toda tu ternura,
toda tu dulzura en aquellos ojos,
y cuando enlazados, callados y solos
"¿qué piensas?" dijiste con tu tenue voz,
miré aquellas gotas de Mayo en tus ojos
y no dije nada, que hable el amor.

Te quité despacio, despacio, la blusa,
aquella estampada de los tonos rojos,
sin decir palabra, sin ninguna excusa
tu pecho y el mío se unieron de pronto,
"¿qué somos?", dijiste, dijiste "¿qué somos
que el tiempo no apaga nuestro resplandor?",
pensé que ese tiempo no va con nosotros
y no dije nada nada, que hable el amor.

Después fue tu falda la que con premura
cayó deslizando todo tu contorno,
quedaste en mis brazos radiante y desnuda
como un ángel bello de blanco y de oro;
tu cuerpo y mi cuerpo formaron un solo
camino de besos, de fuego y de Sol;
"te quiero" dijiste con tus labios rojos...
yo no dije nada, que hable el amor.

Sobró la palabra para esta aventura
río de caricias y mar de alborozos,
realidad de un sueño de luces y dudas,
verdad de una tarde vestida de asombro,
y fuimos al fin solamente nosotros
en un solo cuerpo unidos los dos;
se quebró el silencio como un cristal roto
cuando finalmente nos habló el amor.