martes

EL BUSCADOR DE OLVIDOS

En el bar,
yo me miro en el espejo del salón
y el reflejo me devuelve la impresión
de mi pobre soledad
y mi vaso de licor...

suelo estar
apoyado de la barra en un rincón,
y bebiendo se me nubla la razón,
se me pierde el recordar
que perdí mi corazón.

En el bar
soy así,
sólo yo
en un mundo que se me rompió,
uno más
que busca olvido,
uno más que se ha perdido
y que va sin dirección.

Ya no puedo,
ya no puedo,
ya no puedo caminar;
tengo miedo,
tengo miedo
a mi pobre soledad.

En el bar
voy pidiendo a mi vaso explicación
y me dice que no tengo solución
y que beba más y más
hasta ahogarme el corazón...

y al mirar
frente a frente el espejo del salón,
el reflejo me devuelve la impresión
de mi pobre soledad
y mi vaso de licor.

En el bar
soy así,
sólo yo
en un mundo que se me rompió,
uno más
que busca olvido,
uno más que se ha perdido
y que va sin dirección.

Ya no puedo,
ya no puedo,
ya no puedo caminar;
tengo miedo,
tengo miedo
a mi pobre soledad.

Ya no puedo,
ya no puedo,
ya no puedo caminar;
tengo miedo,
tengo miedo
a mi pobre soledad.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario